Barcelona tiene fama de ser la ciudad más “europea” de nuestro país. A esta conclusión se llega analizando sus componentes sociales y culturales, que la asemejan muchísimo a otras grandes capitales del continente como Roma, Londres, París o Berlín. Barcelona es una ciudad cosmopolita y moderna, que sin embargo ha sabido preservar cierto tono clásico y aun así vanguardista, en sus calles y monumentos. Solo hay que pasearse por barrios como Gracia o Les Corts para darse cuenta de la excelente variedad de edificios y construcciones que existen en la Ciudad Condal.
Barcelona atiende a una oferta cultural casi inmejorable en nuestro país, donde también se nota bastante esa influencia europea de la que hablamos arriba. Una ciudad con cientos de pubs, bares, salas de conciertos, teatros, cines y demás ofertas culturales que abarcan todas la artes y todos los estilos, desde las operas más clásicas en el renovado Teatro del Liceo hasta conciertos de metal extremo en Razzmatazz, uno de los templos musicales de Barcelona, por no extendernos un poco hacia la costa y hablar de festivales de cine tan importantes como el de Sitges.
Vivir en una ciudad tan grande y cosmopolita tiene su precio, no cabe duda. Tener al alcance tantos servicios, una oferta cultural y social tan extensa, acceder a una red de transportes públicos tan bien ensamblada, tiene que pagarse muy bien. Por eso Barcelona siempre ha sido una de las ciudades españoles con las viviendas más caras, algo comprensible por otra parte, ya que no es lo mismo tener un piso de 100 metros cuadrados en el centro de Albacete que en el barrio de San Gervasi o Horta.
A pesar de que, indudablemente, los precios de los pisos en Barcelona son altos, estos precios han ido bajando a lo largo de los últimos meses, hasta colocarse un 17% menos que hace un año, por ejemplo. Esta claro que el sector inmobiliario español vivió una época de auténtico esplendor a principios de esta década, cuando el boom inmobiliario propiciaba la venta de pisos a mansalva, que después eran revendidos o tenidos en alquiler mientras sus dueños vivían simplemente de esas rentas. Esa “burbuja” terminó explotando hace unos años, y todos sabemos cuales han sido las consecuencias.
Después de que el sector inmobiliario se convirtiese en el negocio de la gallina de los huevos de oro, con la crisis financiera, muchos de estos pisos se han quedado vacíos, al no poder sus dueños hacer frente a los pagos, y han quedado en manos de inmobiliarias y bancos, que de repente han visto como lo que hasta hace poco le quitaban de las manos, ahora se encuentran con un stock desproporcionado de bienes inmuebles, que no saben como colocar, debido a que la actual tesitura económica ha hecho a los clientes más reticentes a la hora de comprar o alquilar un piso.
Es la pescadilla que se muerde la cola. La crisis financiera ha afectado a todos, también a los bancos, entidades que se encargaban (y siguen encargándose, aunque ya menos) de facilitar el acceso de sus clientes a una vivienda a través de las hipotecas. Hipotecas que antes eran pedidas y concedidas alegremente por clientes y banqueros, aprovechando ese boom comercial de los pisos que comentamos antes. Ahora, la situación ha cambiado drásticamente, y los bancos se han dado cuenta de que tienen muchas casas y pisos que quieren vender, pero hay muy pocos clientes que puedan hacer frente a una hipoteca de esas características, dada la precaria situación económica y laboral del grueso de la población. El banco ya no confía en que sus clientes vayan a poder pagar los créditos, así que se los deniega. Y de esta forma, sus clientes no pueden acceder a comprar una vivienda, y estas se siguen sin vender, para frustración de inmobiliarias y entidades bancarias.
Ante las pocas opciones reales de comprar o vender un piso, cada vez está repuntando más la opción del alquiler, algo muy habitual en muchos otros países, pero que en España no estaba tan implantado hasta este momento, en el que la necesidad nos ha hecho recurrir a este método. En nuestro país siempre se ha querido tener la sensación de poseer algo grande, de que la casa donde vivamos sea nuestra, y no prestada. Esto, con hipotecas a pagar por 50 años, era un poco vivir de ilusiones, pero la gente seguía prefiriendo hipotecarse por todo ese tiempo antes que recurrir al alquiler. Ahora la situación es bien distinta.
Aun así, el precio de los pisos sigue bajando, y nunca ha sido tan “fácil” adquirir una vivienda a un precio tan bajo en barrios como Maresme, Sarria, Poble Nou o Sants, situados en puntos distintos de la Ciudad Condal, pero muy bien conectados gracias al excelente servicio de transportes públicos de la ciudad. Si eres uno de esos afortunados que pueden plantearse la opción de comprar una vivienda, te recomendamos a continuación algunos sitios donde poder encontrarlas a buen precio, y te damos además algunos consejos.
Compra
Si queremos adquirir un piso en Barcelona, lo primero que debemos tener en cuenta es que, aunque los precios han bajado, siguen siendo altos en comparación con los de otras ciudades, algo de Perogrullo teniendo en cuenta todas las posibilidades que nos ofrece la Ciudad Condal. Contando con eso, habrá zonas en las que buscar piso sea algo más factible por el precio de los mismos. Hablamos de zonas como Guinardó, Sant Martí o la Villa Olímpica, normalmente alejadas del centro de la ciudad, algo que no es lo ideal, evidentemente, pero que como decimos, gracias a la red de transportes públicos de Barcelona, tampoco debe ser un problema excesivo.
En páginas como Idealista.com podremos encontrar pisos en esas zonas de Barcelona que rondan los 40.000-50.000 euros de precio de venta. Evidentemente, se trata de pisos pequeños, pero que pueden cubrir bien las necesidades de una pareja, por ejemplo. El precio del metro cuadrado va desde los 700 a más de 2.000 euros, dependiendo de la zona y la amplitud del propio piso.
Tecnocasa es otra de las grandes inmobiliarias poseedoras de una gran cantidad de viviendas en todo el territorio español, y por supuesto, también en Barcelona. Por precios inferiores a los 70.000 euros encontramos varias opciones en barrios como El Rabal, Les Corts o Horta, pisos que no suelen llegar a los 60 m2, y que como mucho cuentan con dos dormitorios, pero que como decimos, pueden ser factibles para parejas jóvenes o familiar que acaban de tener a su primer hijo.
Otra de las páginas donde podemos encontrar buenas ofertas de compra de pisos online es Yaencontre.com, que en su sección de Barcelona cuenta con más de 6.500 ofertas disponibles. Una de las peculiaridades de esta web es que nos ofrece la opción de clasificar los pisos según su precio euros/metro cuadrado, lo que nos ayudará sobremanera a encontrar los más baratos, en una ciudad de lujo como Barcelona. De esta forma podemos encontrar pisos y lofts entre 150.000 y 220.000 euros, situados sobre todo en Poble Nou y Poble Sec, algunos de ellos ya amueblados y con una relación espacio/precio bastante atractiva (no llegan a los 600 euros por metro cuadrado).
La web de Fotocasa también es un buen método para encontrar ofertas en compra de pisos tanto en la Zona Alta como la Zona de Gracia, Tres Torres o La propia Villa Olímpica. En esta página también podremos acceder a las ofertas de Barcelona provincia, ya que igual podemos estar más interesados en adquirir nuestra vivienda en alguna de las ciudades dormitorio cercanas a Barcelona, como Santa Coloma de Gramanet, Hospitalet de Llobregat o Badalona. Fotocasa nos ofrece miles de ofertas también en estos municipios, que están conectados a la propia ciudad de Barcelona por el Metro y por el transporte púbico.
El mejor consejo que podemos dar es comparar siempre precios en muchas webs. Aquí os hemos puesto cuatro de las más importantes, pero hay muchísimas más. Y si podemos, por supuesto, ver los pisos sobre el terreno, sobre todo si tenemos claro en qué zona o barrio queremos vivir. Pasearnos por allí, tomar los teléfonos de las casas y pisos que nos gusten o llamen la atención, y seguirles la pista. La mayoría de ellos ya habrán sido usados, por lo que pueden estar incluso amueblados y listos para entrar a vivir. Esto supone un incremento en el precio, pero también un incentivo si vamos a vivir a Barcelona desde otra ciudad con lo puesto.
Venta
Tal vez nos encontremos en la parte contraría, personas que adquirieron pisos en la época de bonanza, y que ahora no pueden pagarlos y deben venderlos para comprarse otros más acordes a su nueva situación. O esas segundas viviendas que muchas familias poseen y que antes tenían en alquiler pero prefieren poner en venta, pisos de segunda mano, apartamentos, casas en barrios como Sant Martí, Rabal o Rubi, o en zonas mucho más céntricas como Sagrada Familia o Paseo Maragall.
A la hora de poner un piso a la venta, debemos tener en cuenta una gran cantidad de factores. Evidentemente, uno de los primeros es la ubicación, y es que dependiendo del barrio, el piso tendrá más o menos valor, casi independientemente de sus cualidades espaciales. De esta manera, si nuestro piso está situado en la Calle Valencia, por ejemplo, en pleno Eixample, su precio podría estimarse como medio, entre los 200.000 y 300.000 euros, también dependiendo mucho de los metros que tenga, si está amueblado o no… Siempre debemos procurar que estas viviendas particulares sean pisos baratos de cara al comprador, ya que el mercado está abarrotado de pisos en venta, y es complicado llamar la atención si no es por el precio. Esto suele pasar más en barrios o zonas donde hay una gran cantidad de pisos a la venta, como pueden ser Clot, Ripollet, Cardenal Reig, Diagonal Mar, Sarría, San Gervasi, y otros barrios de la Zona Alta y la Zona Franca de la Ciudad Condal.
Otra de las zonas asequibles es la de Guinardó, por ejemplo, el Paseo Valldaura, donde los pisos no suelen pasar de 250.000 euros. Hemos de tener muy presentes los precios de los demás pisos de la zona para calcular más o menos el precio que debemos poner el nuestro a la venta, aunque como decimos, eso también va a tener mucho que ver con las cualidades del piso.
Una vez hayamos tomado la decisión, pondremos nuestro anuncio de piso en venta en la mayor cantidad de webs posibles. Empezando por sitios como Don Piso, que ofrece buenas condiciones a sus anunciantes y una web con diseño claro y muy intuitivo para que los usuarios puedan encontrar fácilmente lo que desean.
Otros sitios pueden ser los que ya hemos visto anteriormente, Idealista.com, Fotocasa, o también otros nuevos como Nuroa, que presenta muchas ofertas según el barrio e incluso la calle de Barcelona que busquemos, Trovit, otro de los referentes a la hora de vender o comprar un piso, o Habitaclía, otro servicio de anuncios de pisos muy concurrido y con muchos visitantes y ofertas diferentes.
Hay que saber tener paciencia a la hora de vender un piso, sobre todo si no quieres malvenderlo por menos incluso de lo que te costó en su momento. La situación económica no es demasiado favorable a estas grandes adquisiciones. Incluso se puede decir que las casas de lujo y los pisos lujosos y caros del centro pueden tener más opción de ser vendidos, ya que la gente con buena solvencia económica no ha sufrido la crisis de manera tan desoladora como el currante o la familia media barcelonesa. Este tipo de pisos de lujo se siguen vendiendo bastante bien en estos momentos.
Alquiler
Como decíamos al principio de este artículo, ante la actual situación económica, que no permite que la mayoría de personas puedan comprar una casa, y ante la falta de créditos e hipotecas normales por parte de los bancos, la opción del alquiler se sitúa al alza en España, y por supuesto, también en Barcelona. Al igual que pasa con los precios de los pisos en venta, los alquileres en Barcelona no son precisamente baratos, comparados siempre con el de otras capitales de provincia, pero volvemos a lo mismo. La oferta cultural y social y todo lo que implica vivir en Barcelona, todas esas ventajas, hay que pagarlas.
Aun así, dada la gran oferta de pisos en alquiler en Barcelona existentes (muchos dueños de pisos han tenido que ponerlos en alquiler para que sean rentables), podemos encontrar buenos precios en casi cualquier barrio de la ciudad, siempre que no aspiremos a alquilar una casa de lujo ni nada parecido. Lo más normal es buscar pisos baratos pero amueblados, algo que en principio puede parecer contradictorio, pero con tiempo y ganas se puede lograr.
Hay webs especializadas en este tipo de contrato de arrendamiento de pisos, como puede ser EnAlquiler, donde encontraremos miles de ofertas de todo tipo para alquilar un piso en Barcelona, en cualquier barrio, y prácticamente por cualquier precio. Seguro que encontramos un piso que sea perfecto para nosotros.
Y si no está en EnAlquiler, también podemos buscar en otras webs como Loquo o Trovit, que tienen igualmente una gran oferta de apartamentos, casas y pisos en alquiler. En estas páginas encontraremos ofertas tanto de particulares como de agencias. Es importante estudiar ambas opciones, ya que cada cual tiene su parte buena y su parte mala. Por ejemplo, los particulares suelen rebajar más el precio del piso, son tratos personales y si mantenemos una buena relación con nuestro casero, seguramente todo vaya rodado en nuestro piso alquilado. Por su parte, las agencias ofrecen un mayor seguridad frente a los timos, un respaldo más “serio”, aunque también más impersonal, lo que puede dejar sin resolver ciertos problemas de los que debe encargarse el casero.
Sin embargo, una de las ventajas que ofrece la agencia es que también oferta algunos pisos de alquiler con una opción de compra posterior, por si nos interesa quedarnos a vivir después de haber probado el piso, si nuestra situación es más acomodada… Es una buena opción para convertir ese piso alquilado en nuestro al 100%.
En cambio, si tratamos con un casero particular puede ser más fácil alquilar el piso por periodos de tiempo cortos, de meses e incluso de días, algo que puede venirles muy bien a los estudiantes, por ejemplo, que solo necesitarán el piso unos meses al año, o a alguien que esté de paso en la ciudad por unas semanas.
En cuanto a los tipos de pisos, podemos encontrar absolutamente de todo, desde lofts de lujo en pleno centro hasta casas con terraza o jardín, desde los pisos más pequeños y en el extrarradio, los más económicos, hasta esos pisos que están más cerca de los sitios de interés y que salen bastante más caros, aun siendo igual de pequeños. Debemos tener muy claro donde queremos vivir y el tipo de piso en el que queremos quedarnos, aunque al ser de alquiler, siempre podremos cambiar al tiempo si no estamos a gusto.
Compartidos
Si vamos a vivir solos en Barcelona es probable que no tengamos dinero suficiente para alquilar un piso por nuestra cuenta, por eso muchas veces se recurre a compartirlo con otras personas, conocidos o desconocidos, con el fin de poder pagar entre todos el total del piso y disfrutar de él, teniendo cada cuál su propia habitación, evidentemente. Este método es muy seguido por los jóvenes y estudiantes, que no tienen tantos recursos económicos por no haber empezado aun a trabajar, por ejemplo.
En páginas que ya hemos visto anteriormente, como Loquo o Idealista, podemos encontrar muchas ofertas para compartir pisos, normalmente con especificaciones muy claras (no fumador, chico/a, estudiante, etc…) con las que los inquilinos tratan de encontrar al mejor candidato o candidata a ser su compañero de piso, teniendo en cuenta sus circunstancias de trabajo o estudio, por ejemplo.