Seguramente tengas el concepto equivocado de que el Caribe es solo para el verano, pero no es así y Cuba sabrá mejor que ningún otro destino demostrártelo con sus encantos. Por esta razón, elijas descubrir la isla en verano, en primavera, en otoño o en invierno, te quedarás con sus un recuerdo imborrable de tu paso por allí, disfrutando de sus playas paradisíacas y del acogedor ambiente de sus pintorescas ciudades y pueblos.
Por esta razón, no es de extrañar que viajar a Cuba en diciembre se haya convertido en la temporada alta, porque aparte de mantener el mismo atractivo que en verano, te permitirá contar con un respiro de sus sofocantes temperaturas y sin preocupación por los habituales huracanes. Al contrario, te encontrarás un ambiente de lo más agradable en cuanto al clima se refiere, así como seguirás estando rodeado de la calidez de los cubanos, de su ritmo y de su inconfundible carácter.
Aunque, eso sí, deberás tener presente que es la fecha que buena parte de turistas eligen, por lo que planificar con tiempo tu viaje te dará la oportunidad de conseguir todo lo que deseas para tu estancia sin que nadie se te adelante.
Como consejo, si quieres no tener que depender de nadie y para en cada uno de los rincones que te llame la atención puedas detenerte, consigue un alquiler de coche y muévete a tu aire por la isla. Pero, por supuesto, esto será tu elección, ya que opciones no te faltarán para desplazarte con los traslados privados y colectivos que se ofrecen. Sin embargo, tanto si eliges una forma u otra de conocer Cuba, no olvides tenerlo todo previsto con anterioridad. Así, evitarás que la pillería te juegue malas pasadas y lo tendrás todo pactado.
Cualquiera de estos medios de transporte, serán la excusa perfecta para que te adentres hasta en el más pequeño de sus pueblos, pasando por sus bellos paisajes y mezclándote con sus hospitalarios vecinos, desde La Habana hasta Trinidad, Cienfuegos, Santiago de Cuba, Santa Clara y un largo etcétera de maravillosos lugares.
Fotografía © Pedro Szekely
