Probablemente no sepas que existe una peregrinación en la Región de Murcia que cada siete años hace que miles de personas se decidan a ponerse en camino. Pues sí, así es, este no es otro que el camino que lleva hasta Caravaca de La Cruz, una ciudad que no solo brilla por su importancia a nivel religioso, sino que destaca por lo mucho que tiene que ofrecer.
Solo con contemplar el entorno que la enmarca, te darás cuenta de que se trata de un lugar especial, en el que los inviernos atizan fuerte por su elevada altitud, pero que durante todo el año te resultará atractiva, haga frío o el típico calor murciano.
Si viajas como peregrino, indudablemente tu destino será la Basílica Santuario de La Vera Cruz, ubicada dentro del antiguo alcázar de la ciudad. Desde allí, obtendrás unas espléndidas vistas de los alrededores y del tradicional trazado de las callejuelas que se extienden a sus pies. Así mismo, no podrás olvidar dedicar buena parte de tu visita a conocer el santuario tanto por dentro como por fuera, ya que desde su fachada de mármol comenzará a mostrarte sus encantos. Aunque si por algo es conocido, es por la reliquia que alberga en su interior, la Santísima Vera Cruz, que esconde una astilla que se supone procedente de la cruz en la que fue crucificado el Salvador de los cristianos. Este es el motivo por el que el año 2017 cuenta como Año Jubilar y por el que se erige como uno de los principales puntos de visita de la Región.
Sin embargo, Caravaca no es solo eso, sino que con tan solo pasear por sus pintorescas calles sentirás la magia que la caracteriza. Por ellas, encontrarás gran cantidad de bares y restaurantes en los que hacer una parada y probar sus ricos platos, de todo tipo, desde los más contemporáneos hasta los más castizos. Por esas mismas calles es por las que se celebra cada mes de diciembre, coincidiendo con los primeros días de diciembre, un atractivo mercadillo medieval que no puedes perderte. Se trata de una oportunidad inmejorable para acercarte a su lado más anclado en el pasado, de divertirte con las actividades que se organizan tanto para grandes como para pequeños, de comprar objetos artesanos y de deleitarte con los sabores más puros de la ciudad.
Aunque, ¿qué sería de Caravaca sin su fiesta por excelencia? Esta no es otra que los Caballos del Vino, que tiene lugar durante sus Fiestas Patronales, entre los días 1 y 5 de mayo, ya declaradas de Interés Turístico Internacional.
Tampoco falta en Caravaca de La Cruz lo natural, pues desde sus Fuentes del Marqués podrás relajarte en este espacio privilegiado en la propia ciudad. Por tanto, esta ciudad merece sin duda una visita sea caminando o como prefieras, porque tiene todo lo necesario para sorprenderte y dejarte más que satisfecho. Así pues, ¿a qué esperas?