Buenos Aires, el corazón de Argentina

©Jesus Alexander Reyes Sánchez

Denominada como ciudad independiente, Buenos Aires es la capital conocida, principal núcleo urbano y financiero del país y un buen lugar para disfrutar de unas merecidas y tranquilas vacaciones para visitar y descubrir los maravillosos rincones que esconde dicha ciudad.

Una de las zonas más modernas se encuentra en Puerto Madero, construida en una zona del puerto que se encontraba en desuso y que decidieron renovar y convertirlo en el principal centro de negocios de la región, a la sombra de los rascacielos más grandes del país, donde se respira una atmósfera un poco distinta del agitado y concurrido centro de la metrópoli. Es digno de mencionar en primer lugar a Puerto Madero, ya que alberga una de las estructuras más emblemáticas de Buenos aires, el Puente de la Madre, construido por el español Santiago Calatrava. El otro símbolo por el que mundialmente es conocida la capital argentina no es otro que el Obelisco, quizá el monumento más grande (de tamaño) que posee, fue construido en los años treinta para conmemorar la Independencia argentina, lo que hace de él para muchos ciudadanos argentinos, la estructura más representativa de su tierra.

Por otro lado, es inevitable pensar en Buenos Aires sin que se te vengan dos cosas a la cabeza, fútbol y tango. Ambas conviven en plena armonía en un mismo barrio y este no puede ser otro que el de Boca, situado en la zona sur de la ciudad. Allí se encuentra el famoso Estadio de Fútbol de Boca Juniors, la Bombonera, un auténtico espectáculo el poder visitarlo un domingo de partido para cualquier amante del esférico, se respira fútbol por los cuatro costados gracias a una de las mayores hinchadas del mundo. En dicho barrio también encontraremos la conocida Calle Caminito, conocida por el prestigioso tango de Juan de Dios Filiberto, donde los fines de semana es común ver a parejas practicar el baile en plena calle. Es un barrio que te inspira alegría ya que, por ejemplo, todas las casas son de un color distinto debido a que años atrás, sus habitantes no tenías dinero para comprar la pintura por ellos mismos debido a la pobreza a la que estaban sometidos, por lo que les pedían a los marineros que hicieran la tarea y no siempre tenían el mismo color. De ahí que cada una esté cada una con un tono distinto.

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