La historia de este restaurante ubicado en una angosta calle del Barrio Gótico de Barcelona, se remonta al año 1897, cuando el catalán Pere Romeu decidió abrir una taberna, inspirado en sus días de camarero en el cabaret Le Chat Noir de París. Su idea era ofrecer comida para todo el público y música en vivo.
El local se situó en la planta baja de un edificio diseñado por el arquitecto Puig i Cadafalch, en la calle Montsió número 3, a unos metros de la calle Portal de l’Angel; y al día de hoy aún se conserva en ese mismo sitio.
“Los cuatro gatos” comenzó rápidamente a volverse muy popular y recibir la visita cotidiana de las personalidades más emblemáticas de la Barcelona de aquellos días, sobre todo del ambiente artístico. Entre ellos se destacaron Rubén Darío, Isaac Albéniz, Lluís Millet, Enric Granados, Antoni Gaudí y Pablo Picasso, quien comenzó a frecuentar el lugar en el año 1899, con apenas 19 años.
Estas personalidades fueron testigos ilustres de las más destacadas tertulias que se armaban en el lugar, impregnado de un espíritu bohemio a donde las artes eran la temática protagonista. Se hacían espectáculos de sombras chinas, marionetas, exposiciones de pintura, a donde el mismo Pablo Picasso realizó su primera exposición, cuando aún nadie conocía su nombre.
Pero los días de fiesta en la taberna de Pere Romeu no duraron demasiado; al parecer este buen hombre con alma de artista, no era muy hábil para los negocios. Se comenta que cuando alguien no tenía dinero para pagar la cuenta, él no se hacía problema y sólo se interesaba por divertir a sus clientes; además siempre había más de un amigo al que no dejaba pagar. Así sus deudas comenzaron a acumularse hasta que en 1903 tuvo que cerrarlo. Romeu murió cinco años después a causa de una tuberculosis, y no fue hasta 1970 que Els Quatre Gats abriera sus puertas otra vez.
Hoy en día se lo ve esplendoroso, y por muchas refacciones que ha tenido aseguran que se ve muy parecido a aquel que inspiró a grandes artistas a finales del siglo XIX. Aún sigue recibiendo la visita de muchas personalidades que son atraídas por su historia, y por supuesto, por su increíble cerveza artesanal.